Es curioso que cuando se trata del Gran enemigo común (Israel), chiitas y sunnitas no tienen ningún problema en aliarse (al fin y al cabo, los de Hamás son sunitas y los Iraníes chiitas: extraña alianza). Pero si todos los enemigos e infieles hubiesen sido convertidos o exterminados, la lucha y la violencia probablemente encontraría otra fuente para seguir: las diferencias religiosas entre las diferentes facciones del mundo musulmán.
En cuanto a la política de EEUU, ha sido y sigue siendo de lo más ambigua e incluso inquietante.
Es curioso que cuando se trata del Gran enemigo común (Israel), chiitas y sunnitas no tienen ningún problema en aliarse (al fin y al cabo, los de Hamás son sunitas y los Iraníes chiitas: extraña alianza). Pero si todos los enemigos e infieles hubiesen sido convertidos o exterminados, la lucha y la violencia probablemente encontraría otra fuente para seguir: las diferencias religiosas entre las diferentes facciones del mundo musulmán.
En cuanto a la política de EEUU, ha sido y sigue siendo de lo más ambigua e incluso inquietante.
Es menos ambigua, y más inquietante, de lo que crees. Ahora verás en los siguientes artículos.